miércoles, 29 de julio de 2009

Clausura de la XI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla




Discurso de Clausura de la XI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla
Óscar Arias Sánchez
Presidente de la República
Hacienda Pinilla, Guanacaste
29 de julio de 2009


Excelentísimos señores Jefes de Estado y de Gobierno, amigas y amigos:

Muchas son las actitudes del hombre e infinitos son sus posibles comportamientos, pero de todos ellos uno de los más gratificantes es sin duda el de servir de anfitrión para sus amigos y hermanos: abrir las puertas de su hogar, y las puertas de su espíritu; compartir su mesa con aquellos que son también inquilinos de su pensamiento, es un privilegio para cualquier persona, pero sobre todo para el mandatario de una nación pacífica como la nuestra, que por carecer de ejército depende para sobrevivir de la amistad y el respeto entre los pueblos. Quiero darles las gracias por haber sido nuestros huéspedes durante esta Cumbre, y espero que al partir no olviden el camino de vuelta. En los portones costarricenses no habrá canceles ni cerrojos para ustedes. Esta es su casa y pueden regresar cuando quieran.
Los temas que nos han ocupado son graves. Una pandemia que mata con la fiebre, y otra que mata con las armas. Economías afectadas por factores externos, pero con debilidades intrínsecas que plantean desafíos para nuestra competitividad. Y encima de esos problemas, que son actuales, el dilema inmediato de Honduras, que nos obliga a enmendar de nuevo el tejido democrático en nuestra región, tantas veces rasgado por la práctica de emplear la fuerza ahí donde pudo haber bastado el diálogo y la voluntad.
Ante la inmensidad de nuestros desafíos es fácil perder la esperanza. Muchos piensan que el futuro no es más que un callejón sin salida. Pero yo creo, como creía Jorge Luis Borges, que el mundo no es caótico, sino laberíntico. No es indescifrable, sino complejo. Las soluciones no serán sencillas y no serán absolutas. Pero así es la política. En ella toda victoria es parcial y todo logro es un escalón más en un ascenso que nunca acaba. Ojalá comprendan eso los hermanos hondureños. Ojalá comprendan que en la democracia, para bien o para mal, la historia se escribe en borrador y no hay garantías de perfección. Ojalá comprendan que el Acuerdo de San José no es un acuerdo de vencedores y perdedores, sino un acuerdo de patriotas. La fe en el diálogo me impulsó a aceptar la mediación en este conflicto, y hoy veo que no soy el único creyente. Somos muchos y no descansaremos. Esta Cumbre será recordada porque en ella todas las naciones de Mesoamérica fueron una voz a favor de la paz. A pesar del pesimismo de algunos, ese coro nos impulsa a continuar.
Muchas gracias.

Región mesoamericana condena enérgicamente golpe de Estado en Honduras


Mandatarios afirman que “Acuerdo de San José” constituye una importante propuesta para encontrar una solución pacífica y negociada a al conflicto

Santa Cruz, Guanacaste.- Miércoles 29 de julio de 2009- Los Presidentes de México, Centroamérica, República Dominicana y Colombia, condenaron hoy enérgicamente el golpe de Estado del pasado 28 de junio en Honduras.
En el documento final de la XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla, denominado “Declaración de Guanacaste”, los mandatarios también reiteraron su total apoyo al restablecimiento del orden institucional, por la vía del diálogo, acorde con las resoluciones aprobadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como por las declaraciones del Grupo de Río y del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Por otra parte, manifestaron su apoyo irrestricto al “Acuerdo de San José para la Reconciliación Nacional y el Fortalecimiento de la Democracia en Honduras”, presentado por el Presidente Óscar Arias Sánchez en su condición de mediador en el conflicto hondureño.
“Condenamos enérgicamente el golpe de Estado llevado a cabo en contra del Gobierno Constitucional de la República de Honduras, y el grave daño perpetrado en contra de su institucionalidad democrática y el ejercicio legítimo del poder de su Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales.

“Por otra parte, reiteramos que el “Acuerdo de San José” constituye una importante propuesta para encontrar una solución pacífica y negociada a este conflicto”, expresa la declaración final en los primeros artículos del documento.

En ese sentido, tanto el Presidente de México, Felipe Calderón; como el Secretario de la OEA, José Miguel Insulza, destacaron la valía de la iniciativa de Arias Sánchez.

“Sentimos que la propuesta de Arias es la adecuada, ya que sin derramar ni una sola gota de sangre y sin violencia, se puede arreglar este conflicto. Lo único que hace falta es voluntad política. Hemos instado a las partes a aceptar la propuesta de Costa Rica”, dijo Calderón.

“La OEA ha respaldado y participado durante la mediación que ha impulsado el Presidente Arias, y por tanto, apoyamos el “Acuerdo de San José”. Creemos que un régimen aislado difícilmente pueda mantenerse, si nos mantenemos unidos podremos lograr la paz y restituir el orden constitucional”, concluyó Insulza.

La XI Cumbre del Mecanismo y Diálogo y Concertación de Tuxtla inició el lunes anterior con el trabajo de los equipos técnicos y concluyó hoy en horas de la tarde, tras contar con la participación de los mandatarios de México, Felipe Calderón; de Colombia, Álvaro Uribe; de Guatemala, Álvaro Colom; de El Salvador, Mauricio Funes; de Panamá Ricardo Martinelli; y de Costa Rica.
Por Honduras, participó Aristides Mejía, Vicepresidente designado por el Mandatario depuesto Manuel Zelaya, el Vicepresidente de República Dominicana, Rafael Alburquerque, así como el Viceprimer Ministro de Belice, Gaspar Vega; y otros dignatarios internacionales. Asimismo, asistieron el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza y el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, entre otros.
Mientras que el Presidente Arias destacó que el “Acuerdo de San José” debe ser aceptado lo más pronto posible, ya que al final de cuentas, los que sufren más es el pueblo hondureño.

Agenda común
La Declaración de Guanacaste incluye 73 artículos, en los cuales se exponen proyectos y acciones en diversas áreas como migración, trata de personas, combate contra el narcotráfico, lavado de dólares y delincuencia organizada, así como desarrollo de infraestructura e interconexión eléctrica, promoción y uso de biocombustibles, lucha contra el Cambio Climático y la crisis financiera, así como otros temas coyunturales como la gripe AH1N1.

En relación con este último punto, los presidentes participantes se comprometieron a coordinar y concretar acciones de cooperación, así como facilitar el intercambio de experiencias e información en materia de prevención, mitigación y combate de la influenza provocada por el virus AH1N1, que ha afectado a todo el mundo.

Asimismo, destacaron la conveniencia de identificar acciones conjuntas para adoptar políticas de salud pública que respondan a la epidemia de influenza AH1N1.

Por otra parte, las naciones acordaron incorporar a República Dominicana y a Colombia como integrantes plenos del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla.

En el tema de infraestructura, los países acordaron como prioridad regional el programa de Aceleración del Corredor Pacífico de la Red Internacional de Carreteras Mesoamericanas (RICAM), por lo que se prevé la programación técnica y presupuestaria de las inversiones, y la atención a los temas de armonización de normas en pesos y dimensiones y seguridad vial, que a cada país correspondan, Esta iniciativa será coordinada por Costa Rica en la región.

Mientras que en el área de energía, se propuso avanzar en la interconexión eléctrica Panamá-Colombia, así como consolidar la Red Mesoamericana de Investigación y Desarrollo en Biocombustibles, que contribuirá a la seguridad energética y alimentaria en la región.

Finalmente, los países firmantes acordaron apoyar la coordinación y desarrollo de proyectos regionales en materia de Cambio Climático, entre otras iniciativas.

Modernización de corredor Pacífico reducirá tiempo de recorrido entre Puebla y Panamá


En el marco de la cumbre de Tuxtla, realizada en Guanacaste, los Presidentes y Jefes de Estado del área ratificaron su compromiso de transformar el corredor pacifico, desde Puebla en México hasta Panamá, en la principal ruta de integración del comercio de la región mesoamericana creando pasos fronterizos modernos y carreteras seguras.

El corredor pacífico es la ruta más corta para conectar México con Panamá, se trata de un cordón de 3.244 km, a través del cual se transporta el 95% de los bienes comerciales de la región cruzando siete países y seis pasos fronterizos internacionales.

“Sin infraestructura que comunique las áreas, a pesar de los tratados de libre comercio, las naciones se van a ver severamente impactadas. El comercio sin la infraestructura de soporte no logra un crecimiento equitativo ni genera el desarrollo social que promete”, expuso la Ministra de Obras Públicas costarricense, Karla González C.

Durante los últimos 50 años ha aumentado el comercio intrarregional alcanzando, según datos de SIECA, en el 2007 un total de 5 mil millones de dólares de intercambio comercial, para el año 2008 esta cifra llegó a los 6 mil millones de dólares. En los primeros cinco meses del 2009 la crisis económica impactó fuertemente la región registrando una reducción del 17% en los ingresos tributarios.

Infraestructura como dinamizador de la economía.

Actualmente el tiempo de viaje entre Puebla y Panamá es de ocho días, 190 horas en promedio, debido a una red vial que urge de más inversión y una complejidad de trámites en frontera que provoca que el tiempo de recorrido sea de 17 km por hora en promedio.

“El aliado natural de los tratados de libre comercio es la infraestructura. La inversión que aprobemos para nuestros países hará posible disminuir esos tiempos de recorrido, logrando que un camión se traslade en 54 horas promedio desde México hasta Panamá. generando ahorro en gastos de operación, ahorro en transporte, disminución en emisión de gases y estimula el crecimiento del comercio regional”, explicó González.

El corredor pacífico de Mesoamericano cuenta con 1537. km, un 47.4%, en buenas condiciones. Actualmente se construye 144 km, 4.4%, y debe rehabilitarse un total de 1564 km, 48.2%.

Ejes de acción

Programa de Transporte Internacional de Mercancías, TIM, uno de los proyectos claves para el corredor mesoamericano. Se trata de un plan piloto realizado entre El Salvador y Honduras el cual logró reducir los tiempos de espera y realización de trámites en frontera pasando de 61 minutos a 8 minutos.

Optimización de tramos viales, a través de la construcción, ampliación de carreteras, construcción de puentes, rehabilitación de túneles, armonización de políticas de pesos y dimensiones.

Seguridad Vial. La Ministra González informó que el costo anual de accidentes de transito en América Latina representa un costo de 19 mil millones de dólares, 1.5% del producto interno bruto.

“Si hoy no hacemos algo los accidentes de transito se duplicarán para el 2020 y será la segunda causa de muerte en el mundo en el 2030. Por esos nuestras vías deben de pasar de ser exclusivas para los usuarios de vehículos y ser inclusivas incorporando el componente de seguridad vial en apoyo a los peatones y ciclistas”, recordó la Ministra González.

Inversión estimada

Para la jerarca del MOPT Karla González, en su condición de coordinadora de la Agenda Mesoaméricana de Transporte e Infraestructura, urge una inversión total de $1.072 millones en la región para construir, en el corredor pacífico, carreteras modernas e inclusivas.

Según el BID en obras viales, seguridad vial, mejoras e infraestructura en pasos fronterizos por país la inversión es de:

$ 125 millones en México
$ 66 millones en Guatemala
$ 222 millones en El Salvador
$ 89 millones en honduras
$ 177 millones en Nicaragua
$ 345 millones en Costa Rica
$ 46 millones en Panamá

La ecuación del desarrollo

Según la jerarca del MOPT es hora de que los gobiernos inviertan, en igual proporción, en salud, educación e infraestructura, como una ecuación clave que genera desarrollo, e hizo un llamado a los mandatarios para que apoyen este plan mesoamericano.

“El comercio necesita de la infraestructura para que sus beneficios puedan ser compartidos de manera equitativa entre la mayor parte de la población de una nación. La infraestructura hace posible la equidad en los beneficios que el comercio genera”, puntualizó la Ministra Karla González

Sobre este tema “La declaración de Guanacaste” estableció adoptar como “prioridad regional” el programa de aceleración del Corredor Pacífico, así como prever la programación técnica y presupuestaria de las inversiones para la atención a los temas de pesos y dimensiones, y seguridad vial que a cada país corresponda.

El programa es coordinado y liderado por Costa Rica.

Presidente Arias llama a las naciones a velar por la democracia




Santa Cruz, Guanacaste.- miércoles 29 de julio de 2009.- Con un vehemente llamado a las partes en conflicto en Honduras, para que cedan y logren un acuerdo nacional y una fuerte advertencia a todas las naciones de Mesoamérica sobre la necesidad de fortalecer la democracia ante la posibilidad del quebranto del orden constitucional, el Presidente de la República, Óscar Arias Sánchez, inauguró hoy en horas de la mañana la XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla.

Durante la ceremonia de apertura que se realizó en el Hotel JW Marriot en Hacienda Pinilla en Santa Cruz, Guanacaste, el Jefe de Estado destacó que la democracia, “es un sistema incompatible con el descanso” y que aquello que se construye con mucho ahínco, puede destruirse en poco tiempo, tal y como lo demuestra la situación política en Honduras, crisis que debe servir “para no cometer los mismos errores”.

“Por más de veinte años labramos con denuedo la paz y el Estado de Derecho en nuestras naciones centroamericanas. Por más de veinte años hicimos prevalecer la ley sobre la fuerza, y la institucionalidad democrática sobre el capricho individual. Por más de veinte años reforzamos la existencia de gobiernos elegidos por el pueblo, respaldados por poderes independientes y mutuamente controlados. Por más de veinte años tejimos con paciencia un manto constitucional para cobijar a nuestros ciudadanos. Y una noche bastó para que una Penélope violenta destejiera aquel manto y anudara su lana en un ovillo enredado, que la comunidad internacional ha calificado como un golpe de Estado. El sol se puso sobre una frágil democracia centroamericana, y amaneció sobre una democracia quebrantada. Valga esta trágica historia como una advertencia para todas las otras democracias del continente, que no están exentas de correr igual designio. Valga esta historia para recordar que de fortaleza institucional se trata.

“La mayor afrenta que podemos prodigarle al pueblo de Honduras en estas horas de incertidumbre, es la de desechar las lecciones que su experiencia invoca. Más de siete millones de hondureños nos piden que tengamos, al menos, la sabiduría de no cometer los mismos errores. Así es que hagamos de Honduras el cristal con que miremos los temas de esta Cumbre”, expresó Arias Sánchez.

La actividad se llevó a cabo en el hotel ante la presencia de los mandatarios de México, Felipe Calderón; de Colombia, Álvaro Uribe; de Guatemala, Álvaro Colom; de El Salvador, Mauricio Funes; de Panamá Ricardo Martinelli; el vicepresidente designado de Honduras, Aristides Mejía; el Primer Ministro de Belice, Gaspar Vega; y otros dignatarios internacionales, así como el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, José Miguel Insulza y el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, entre otros.

Ceder posiciones
El Jefe de Estado hizo un llamado al gobierno hondureño dirigido por Roberto Micheletti, para que ceda y respalde el “Acuerdo de San José” y de esta forma, acabar con un conflicto interno que únicamente daña a ese país, pues la comunidad internacional ha empezado a aislar a Honduras, por lo que llamó a sus líderes a dar un paso al frente y buscar la vía del diálogo y la concertación.

“La nación hondureña enfrenta ahora dos posibilidades: o revierte el camino andado, anulando ciertos actos, aunque hayan sido adoptados de buena fe y con la plena convicción de obedecer a las leyes y a la Constitución de la República; o enfrenta el ostracismo absoluto. Eso no es una amenaza ni un signo de enemistad hacia el pueblo hondureño. Es, tan solo, la reacción que el Derecho Internacional prevé para este tipo de circunstancias. Muchos hondureños han demostrado cierta valentía en pretender soportar la condición de paria en la comunidad internacional, durante los próximos seis meses. Pero esa supuesta valentía, que procura preservar la dignidad del pueblo de Honduras, le hace daño al mismo pueblo que pretende proteger. Porque antes que un sentido de dignidad y de perfección democrática, el pueblo hondureño necesita pan y agua. Y eso quiere decir, en la práctica, comercio exterior, producción interna estable, inversión extranjera y ayuda internacional. Ninguna de esas cosas existirá si no se reestablece el orden constitucional. Ignorarlo no es señal de heroísmo sino de ceguera”, manifestó.

Arias Sánchez destacó la importancia del “Acuerdo de San José” como la mejor vía para acabar con el conflicto que divide a Honduras y aseguró que la propuesta “es una semilla sin germinar, que puede aún ser plantada en terreno fértil o dejada a su suerte en terreno yermo”.
“Como mediador en este conflicto, he presentado a los sectores hondureños, y a la comunidad internacional, un documento conocido como el Acuerdo de San José. Quiero agradecerles profundamente por haberle dado su apoyo. Hoy les pido que no desistamos en este esfuerzo. No bajemos los brazos en la lucha por lograr una solución pacífica al conflicto hondureño”, concluyó.

Discurso del Presidente Arias, XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla


VIGÍAS DE LA DEMOCRACIA

Óscar Arias Sánchez
Presidente de la República
Inauguración de la XI Cumbre del Mecanismo de Tuxtla
Hacienda Pinilla, Guanacaste
29 de julio de 2009


Excelentísimos Presidentes, amigas y amigos:

La democracia es un sistema incompatible con el descanso. Debemos velar su sueño y custodiar su vigilia; porque lo que en ella se construye de día, puede con facilidad destruirse en la noche. El demócrata realista sabe que siempre debe montar guardia, porque no hay victoria política irreversible ni progreso institucional que no esté sujeto a cambios y retrocesos. Aquello que ven nuestros ojos al caer la tarde, puede no estar ahí al primer despunte del alba. Y de eso dan fe, tristemente, los hermanos hondureños.
Por más de veinte años labramos con denuedo la paz y el Estado de Derecho en nuestras naciones centroamericanas. Por más de veinte años hicimos prevalecer la ley sobre la fuerza, y la institucionalidad democrática sobre el capricho individual. Por más de veinte años reforzamos la existencia de gobiernos elegidos por el pueblo, respaldados por poderes independientes y mutuamente controlados. Por más de veinte años tejimos con paciencia un manto constitucional para cobijar a nuestros ciudadanos. Y una noche bastó para que una Penélope violenta destejiera aquel manto y anudara su lana en un ovillo enredado, que la comunidad internacional ha calificado como un golpe de Estado. El sol se puso sobre una frágil democracia centroamericana, y amaneció sobre una democracia quebrantada. Valga esta trágica historia como una advertencia para todas las otras democracias del continente, que no están exentas de correr igual designio. Valga esta historia para recordar que de fortaleza institucional se trata.
Hemos venido aquí perseguidos por una inmensa jauría de angustias y desafíos. Cada quien ha cargado a este lugar su propio morral de problemas. Pero lo cierto es que ninguno de esos problemas podrá ser solucionado si no atendemos con urgencia la salud de nuestros Estados, si no revisamos cuidadosamente la capacidad de nuestros ordenamientos de responder a las coyunturas y a las exigencias de los tiempos. Es cierto que el reto de combatir el narcotráfico es colosal, pero también es cierto que combatirlo es virtualmente imposible sin un Poder Ejecutivo capaz de emitir leyes y políticas oportunas, sin un Congreso capaz de aprobarlas con celeridad, sin un Poder Judicial y una Policía Nacional capaces de aplicarlas de manera eficiente, y sin una cooperación internacional consciente de que las narcobandas que huyen de un país emigran casi siempre a sus países vecinos. Es cierto que la gripe AH1N1 ha llevado a nuestras poblaciones al borde del pánico, pero también es cierto que atender esta pandemia pasa primero por contar con sistemas de salud universales, bien equipados y bien financiados, y por la autoridad de un Gobierno que emite órdenes con la certeza de que serán acatadas por sus ciudadanos. Es cierto que nuestras economías han sufrido una poderosa sacudida durante el último año, fruto de una crisis internacional que no provocamos, pero también es cierto que la respuesta a esa crisis depende de equilibrios previos que nada tienen que ver con la crisis económica: depende del éxito que hayamos tenido en regular los mercados sin asfixiarlos; de la capacidad de nuestros bancos centrales de dictar una atinada política monetaria; de la prudencia con que nuestros gobiernos hayan administrado su déficit fiscal; de la cultura de ahorro que haya desarrollado nuestra población; de la diversificación de nuestra producción nacional. Hemos venido aquí con una agenda. Pero esa agenda carece de sustento si no está respaldada por un entramado institucional que le otorgue viabilidad. Quisiera que esta reflexión nos acompañe durante el día, porque la mayor afrenta que podemos prodigarle al pueblo de Honduras en estas horas de incertidumbre, es la de desechar las lecciones que su experiencia invoca. Más de siete millones de hondureños nos piden que tengamos, al menos, la sabiduría de no cometer los mismos errores. Así es que hagamos de Honduras el cristal con que miremos los temas de esta Cumbre.
Los hechos ocurridos en Honduras son conocidos por todos ustedes. Es más, son reconocidos por ambos sectores del conflicto. Contrario a experiencias pasadas, no hay mayor discusión sobre qué ocurrió. La discusión es, en realidad, sobre cómo llamarlo. He insistido en que no tiene sentido continuar ese debate, porque es un debate de palabras. Y como bien supo Wittgenstein, por ahí podemos perder todas nuestras energías sin lograr un solo cambio en la realidad. El punto está en que la comunidad internacional calificó lo ocurrido como un golpe de Estado, y la respuesta ha sido la de un golpe de Estado. La nación hondureña enfrenta ahora dos posibilidades: o revierte el camino andado, anulando ciertos actos, aunque hayan sido adoptados de buena fe y con la plena convicción de obedecer a las leyes y a la Constitución de la República; o enfrenta el ostracismo absoluto. Eso no es una amenaza ni un signo de enemistad hacia el pueblo hondureño. Es, tan solo, la reacción que el Derecho Internacional prevé para este tipo de circunstancias. Muchos hondureños han demostrado cierta valentía en pretender soportar la condición de paria en la comunidad internacional, durante los próximos seis meses. Pero esa supuesta valentía, que procura preservar la dignidad del pueblo de Honduras, le hace daño al mismo pueblo que pretende proteger. Porque antes que un sentido de dignidad y de perfección democrática, el pueblo hondureño necesita pan y agua. Y eso quiere decir, en la práctica, comercio exterior, producción interna estable, inversión extranjera y ayuda internacional. Ninguna de esas cosas existirá si no se reestablece el orden constitucional. Ignorarlo no es señal de heroísmo sino de ceguera.
Como mediador en este conflicto, he presentado a los sectores hondureños, y a la comunidad internacional, un documento conocido como el Acuerdo de San José. Quiero agradecerles profundamente por haberle dado su apoyo. Hoy les pido que no desistamos en este esfuerzo. No bajemos los brazos en la lucha por lograr una solución pacífica al conflicto hondureño. Porque en la democracia no hay opciones perfectas. Hay opciones mejores o peores. El Acuerdo de San José no debe ser considerado aisladamente, sino confrontado con las alternativas. Les puedo asegurar que esas alternativas existen, pero dificultan aún más el diálogo entre los hermanos hondureños. Y sólo el diálogo puede traer la reconciliación a un pueblo ya profundamente dividido por cicatrices que se ensanchan diariamente. Cada día que pasa, los hermanos hondureños recrudecen sus posturas y antagonizan más con quienes piensan distinto. Cada día que pasa, aquellos que hace unas semanas eran amigos, empiezan a verse poco a poco como enemigos. Cada día que pasa, los sectores se alejan más de ese centro en donde está la virtud, como nos dijo Aristóteles hace tantos siglos.
El Acuerdo de San José sigue vivo. Sigue vivo porque es una semilla sin germinar, que puede aún ser plantada en terreno fértil o dejada a su suerte en terreno yermo. Estamos a tiempo todavía, porque siempre es tiempo para la paz y la unidad nacional. Quiero decir públicamente algo que le he dicho a los negociadores en privado: ceder no es símbolo de debilidad, sino de profundo amor por Honduras. Las generaciones futuras no los verán como los golpistas o las víctimas de un golpe de Estado; no los verán como quienes insistieron en una cuarta urna o quienes se opusieron a ella. Los verán como los signatarios de un acuerdo fraternal, que supo sacrificar cualquier diferencia ante el altar de la reconciliación.
He dicho que lo ocurrido no es un orgullo para nadie. Pero su solución puede ser un orgullo para todos. Eso es algo que sólo es posible en la democracia, en donde el pobre puede ser rico, el analfabeto puede ser Licenciado, y un golpe de Estado puede dejar de ser una debacle para convertirse en una oportunidad. Hoy insto a los hondureños, una vez más, a que aprovechen esta oportunidad de transformar lo acontecido, a que se atrevan a coincidir y a alcanzar acuerdos. Bertolt Brecht dijo célebremente que no son tristes los pueblos que carecen de héroes, sino los pueblos que los necesitan. Ojalá nunca hubiéramos tenido que llegar hasta aquí, pero ya que el pueblo hondureño necesita héroes, espero que sus representantes sepan reconocer dónde reside el heroísmo. Porque los héroes no son aquellos que atraviesan campos de guerra con estandartes encendidos, sino aquellos que se sientan esperanzados a dialogar con sus opositores; no son aquellos que destruyen sin clemencia a sus adversarios, sino aquellos que construyen con ellos un futuro más digno para sus pueblos.
Transmitamos juntos ese mensaje. Defendamos juntos ese ideal. El pueblo de Honduras merece de nosotros, también, una cuota de heroísmo.

Amigas y amigos:
Qué frustrante resulta a veces observar cómo la historia gira sobre su propio eje. Que frustrante resulta comprobar cómo Latinoamérica aguarda perennemente en la antesala del desarrollo, y al intentar cruzar el umbral hace girar sobre sus goznes la puerta giratoria, para salir de nuevo al mismo sitio en donde se encontraba diez, veinte o treinta años atrás. Un aire de repetición ha invadido los últimos días en Latinoamérica, y es difícil no sentirse como Tántalo, intentando beber del agua que se encuentra siempre un poco más allá.
Pero hay razones para la esperanza. ¿Quién hubiera imaginado, veinte años atrás, que sería posible sentar a los sectores de un golpe de Estado en torno a una mesa de diálogo? ¿Quién hubiera creído, treinta años atrás, que sería posible pensar en la reversión voluntaria de un rompimiento del orden constitucional? Hemos cambiado y hemos cambiado para bien. La sola existencia de mecanismos de diálogo como el que hoy nos reúne, es un signo elocuente de la voluntad de progreso de nuestros pueblos.
Hoy les pido, con todas mis fuerzas, que intentemos de nuevo fijar un rumbo claro para nuestras democracias. Que no abandonemos la tarea de fortalecer las instituciones y el Estado de Derecho en todo el continente. Porque todavía podemos salir por el lado correcto de esa puerta giratoria. Todavía podemos entrar al salón principal del banquete del mundo. Hay que tener valentía y coraje, y un heroísmo consciente de que en estos tiempos, más que mártires de la patria, se requieren vigías de la democracia.
Muchas gracias.

Imágenes varias y brindis de la XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla

martes, 28 de julio de 2009

Discurso del Presidente Arias, brindis XI Cumbre del Mecanismo de DIáologo y Concertación de Tuxtla


Óscar Arias Sánchez
Presidente de la República
Brindis en la cena ofrecida a los jefes de Estado y de Gobierno, con ocasión de la XI Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla
Hacienda Pinilla, Guanacaste
28 de julio de 2009



Excelentísimos señores y Jefes de Estado y de Gobierno, amigas y amigos:

Es para mí un honor recibirlos en Guanacaste. En una provincia que en épocas precolombinas forjó su identidad mesoamericana. Aquí, como en ninguna otra región de Costa Rica, crecieron profundas y vigorosas las raíces de nuestra amistad. Por eso, es probable que al descender de sus aviones, hayan tenido la sensación de haber arribado a un lugar conocido. No sería de extrañar que un colorido pueblito de la zona, les haya evocado una imagen familiar; que el campesino a su paso los saludó amablemente, lleven sus mismos apellidos; que los alimentos que están a punto de probar, estén hechos con los mismos ingredientes con que cocinaban sus abuelas; que las iglesias de lugar les hayan recordado una oración que se reza en sus propios pueblos; que los bosques secos, la tierra roja, las arenas blancas y el zafiro del mar, traigan a su memoria los veraneos de infancia. Sean bienvenidos a esta casa mesoamericana.

Lamento que nuestra reunión, que debió haber sido de júbilo se haya visto empañada por los acontecimientos ocurridos recientemente en Honduras. Lamento una vez más, que tengamos que hablar no solo de un futuro que podemos construir, sino también sobre un pasado que debemos abandonar. Una nación de este sistema de diálogo y concertación, que debería estar aquí, haciendo propuestas y soñando sin ataduras sobre su inmenso potencial, se debate hoy entre difíciles decisiones, ante el avance implacable de un reloj que camina en contra de uno de los pueblos más pobres del mundo. Esta noche formulo un mensaje de solidaridad a nuestros hermanos hondureños, cuya dolorosa experiencia envía, como los aborígenes precolombinos señales de humo a todas las naciones de Mesoamérica.

Con demasiada frecuencia, las naciones latinoamericanas son víctimas de la premura y la impaciencia, con demasiada frecuencia, desprecian los mecanismos democráticos por arduos y complicados. Con demasiada frecuencia fustigan al diálogo por lento y cansado. Pero quienes así lo hacen, están ladrándole al árbol equivocado. Porque el problema de nuestras democracias es precisamente la nociva tendencia a atribuirles la culpa de nuestros males. Exactamente como hacía el protagonista de un hermoso cuento costarricense, escrito por Carlos Salazar Herrera, que narraba la historia de un indio abatido por la muerte de su esposa. Incapaz de reconocer su dolor, aquel indio se obsesiona por la búsqueda de un grillo que, según él, es la causa de su desvelo. Tras desesperados intentos por encontrar el insecto, y cada vez más alterado por su precaria condición emocional, en un arrebato de cólera, decide prenderle fuego al rancho que había construido en una costa como esta. El desvelo no estaba en el grillo, de la misma manera que el problema no está en la democracia.

Aunque el diálogo sea lento, aunque los mecanismos democráticos sean complejos, no hay que desfallecer. Aquello que desvela a nuestra poblaciones, la falta de oportunidades, la pobreza, la ignorancia, la inseguridad, no se silenciará prendiéndole fuego al rancho. Para acallarlo, para solventar los problemas que durante décadas han asediado a nuestros pueblos, como dicen los novios, “tenemos que hablar”.

Brindo entonces porque nuestro diálogo sea fértil y respetuoso, porque siempre encontremos palabras para decir lo que estamos pensando, porque pronto veamos señales de humo blanco emerger en la línea del horizonte de Honduras.

Salud